Terrorismo 2.0: todo está en la red

En los últimos años, las posibilidades que ofrece Internet han revolucionado nuestras formas de relacionarnos, de informar y de comunicarnos. Foros, blogs o redes sociales, todos ellos amparados bajo el espíritu participativo de la web 2.0, han forzado el desplazamiento de los medios tradicionales, posibilitando que los individuos o los colectivos se transformen en generadores de información y opinión de gran consumo. En esta línea, y como una organización más, el terrorismo yihadista, con Al Qaeda al frente, se ha sumado al carro del 2.0 y ha visto en Internet un medio ideal para expresarse.

J. García Orta

Manuel R. Torres ha sido galardonado con el Premio Defensa 2008Mensajes sin cortes ni intermediarios, emitidos por multitud de fuentes y replicados en numerosas webs. Todos ellos han sido estudiados por el profesor Manuel R. Torres Soriano, de la Universidad Pablo de Olavide (UPO), dando como resultado la tesis doctoral La dimensión propagandística del terrorismo yihadista global. Un trabajo que ha recibido el Premio Defensa 2008 del ministerio dirigido por Carme Chacón.

Tras analizar el contenido emitido por el terrorismo yihadista a lo largo de diez años, el profesor Torres lo tiene claro. Dentro de las estrategias desarrolladas por este colectivo para alcanzar su fin, la comunicación no es una herramienta más, sino el eje central sobre el que giran.

“Hay muchos atentados que no se entienden si no se piensa en la explotación con objetivo propagandístico. Hay grupos que saben perfectamente que con bombas no van a conseguir lo que se proponen, ya que lo realmente importante es atraer la atención del público musulmán sobre el mensaje”, afirma el investigador.

“De ahí –señala- la tendencia a que todo tipo de atentado terrorista tenga su reflejo gráfico”, y que tenga la misma importancia el que coloca el artefacto explosivo como el que porta la cámara. Finalmente, tras el debido tratamiento digital, todo acaba en Internet. Aunque no siempre ha sido así.

En el periodo objeto de estudio, comprendido entre los años 1994-2004, el terrorismo yihadista ha trazado una acción comunicativa que ha ido evolucionando, adaptándose e innovando en concordancia con los tiempos. Una transformación caracterizada por la ausencia de aparato propagandístico y que, en un primer momento, se desarrolla de manera tradicional.

“Al principio hacían lo que otros grupos terroristas, emitían comunicados a través de los medios, pero progresivamente van percatándose de los beneficios de Internet”, apunta el investigador. Y es que, entre las virtudes que ofrece la Red, no sólo se encuentran la mayor difusión o la eliminación del mensajero físico, sino también la posibilidad de conectar directamente y sin intermediario mediático con el público potencial.

“Los terroristas siempre han tenido la visión de que los medios de comunicación distorsionaban el mensaje, dando una visión perjudicial y parcial al fragmentar su comunicado. Por ello, Internet ha supuesto una independencia de estas limitaciones, es decir, yo comunico cuando quiero, como quiero, con la extensión que quiero, a un público asiduo y, además, los medios de comunicación se acaban haciendo eco del mensaje”, apunta Torres.

Llamamiento a la yihad

Para el investigador de la Olavide, unas de las características principales del mensaje es, debido a la ausencia de un aparato propagandístico como tal, su origen difuso pero homogéneo. En este sentido, Al Qaeda, como grupo líder, es la que establece los grandes principios ideológicos de comunicación, mientras que una serie de redes o individuos comprometidos con la causa, se dedican a emitir los mensajes o a complementarlos.

“La gran importancia de todo esto es que han sabido adaptar su estructura comunicativa a la actualidad, de forma que, igual que sucede en Internet, es horizontal, sin un centro único que sea posible decapitar, poniéndoselo difícil a las agencias de inteligencia”, subraya Manuel R. Torres.

Por otro lado, en lo que respecta al contenido, entre los documentos analizados para este estudio destacan aquellos destinados a incitar a la yihad armada a la sociedad musulmana. Sus enemigos serían occidente y los “apostatas”, es decir, otros musulmanes que, según el colectivo terrorista, han perdido su condición como musulmanes al haber renegado de su fe, yendo en contra de lo que consideran el verdadero Islam.

Según los resultados de la investigación, los mensajes han sufrido una evolución y cuentan con un importante punto de inflexión como es el atentado del 11 de septiembre de 2001 en Estados Unidos. “Aunque la hostilidad hacia EEUU ha existido siempre, en un primer momento era contra los gobiernos musulmanes que colaboraban con occidente”, apunta Manuel R. Torres. El giro se produce, según el investigador, cuando los terroristas concluyen que para derrocar a gobiernos apóstatas como el de Arabia Saudí, era necesario primero desmontar el apoyo norteamericano.

“El contenido principal de los comunicados es que hay que luchar contra estos enemigos y hacerlo con violencia”, afirma el investigador, quien concluye: “La estrategia principal es que los mensajes acaben transformando la sociedad, una sociedad que debería avanzar, según los terroristas, a un gobierno islámico que no cree en las fronteras actuales y cuya máxima expresión es el califato”.

~ por garciaorta en marzo 4, 2009.

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